El esmalte permanente h cobrado mucha importancia en el mundo de la estética. Si eres una persona a la que no le suelen durar mucho los pintadas o quieres tener tu manicura perfecta para una ocasión especial, el esmalte permanente es la solución.
Este tipo de pinturas tienen unos componentes químicos que hacen que se agarre mejor a la uña, durando mucho más tiempo. Esto implica que su retirada no es tan fácil de hacer. Nosotros te recomendamos hacerlo en en tu centro, pero si estás en un apuro, te contamos la mejor forma de hacerlo.
Primero prepara todo lo que vayas a necesitar. Necesitas, una lima, acetona pura (porque es más potente que el quitaesmalte normal y por tanto se tarda menos tiempo), vaselina, discos de algodón, crema hidratante y papel aluminio. También debes preparar la zona donde nos vamos a quitar el esmalte permanente, ya que podemos derramar líquidos.
El siguiente paso es hacer poroso el esmalte y quitarle esa dureza tan característica del esmalte permanente. Para ello utiliza la lima y elimina el brillo de la uña por completo. Así el esmalte se retira más fácilmente.
Para evitar daños en la piel que rodea a la uña y las cutículas, puedes aplicar vaselina o crema ya que se evita que la acetona entre en contacto directo.
Después de esto, aplicaremos en un algodón acetona pura. Para que sea más fácil y que el algodón no se mueva, tras colocarlo, enrollamos el dedo en aluminio. Recuerda evitar que la acetona toque la piel.
Tras 15 minutos aproximadamente, podemos retirar el papel de aluminio. Los restos que quedan se pueden retirar con más acetona pura en otro algodón.
Es muy importante que tras haber conseguido retirar todo el esmalte, tienes que enjuagar las uñas para quitar cualquier resto de acetona y tras ello utiliza una crema hidratante o un aceite nutritivo.