Uñas perfectas: beneficios del esmaltado permanente

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Uñas perfectas: beneficios del esmaltado permanente

Uñas perfectas: beneficios del esmaltado permanente

El esmaltado permanente ya es un básico que triunfa. Se aplica exactamente igual que un esmalte tradicional: una capa de base, dos de color y un top coat, y se seca con ayuda de una lámpara. El esmalte permanente Gel Revolution de CRISNAIL ofrece un acabado reluciente durante 21 días, ¡casi un mes! Es resistente a arañazos, no se pela y su brillo es duradero. Hoy te hablamos de muchas de sus ventajas, ¡atenta!

Protección, color y duración

Al ser un esmaltado permanente, protege y endurece la uña natural, favoreciendo su crecimiento. Además, su gran variedad de estilos, diseños y colores, pone como límite sólo tu imaginación. ¡Y no sólo eso! Sino que garantiza una cobertura intensa del color, de tal forma que el esmalte no transparenta, y consigue una alta adherencia. ¡Además podrás ahorrar un 25% de tiempo en su aplicación con respecto al esmalte tradicional!

Entonces, ¿el esmaltado permanente no debe dañar la uña?

Por supuesto que no. Aquí radica la principial diferencia entre un buen esmalte permanente y otro de menor calidad. Aunque en apariencia, el resultado pueda ser parecido, un esmalte de calidad no debilita ni daña la uña, sino que la protege y endurece. Por ello, te recomendamos ir a centros 100% profesionales y especializados.

¿Hay que dejar «descansar» la uña entre manicura y manicura?

Cuando se utilizan productos de calidad no es necesario esperar a que la uiña se recupere. Gel Revolution tiene todo lo que la composición de un buen esmalte permanente debe poseer: éste es el motivo por el que no necesitarás usar ima con él. Permite que la uña respire y se puede retirar con acetona, sin tener que esperar para volver a ser esmaltada.

¿Conoces el origen de pintarnos las uñas?

¿Pensabas que pintarse las uñas era cosa de mujeres? ¡En los orígenes de la manicura no! De hecho, en la época de Cleopatra, en Egipto, se utilizaba henna para dar color a la uña. Es más: ¡incluso los faraones se las reforzaban con papel de papiro! En el esplendor de Grecia, los hombres se decoraban las uñas con pan de horo y pequeñas miniaturas.